Tus ojos lloran, lloran por algo que no existe. Lloran por algo que ni siquiera existió, que nunca va a existir, que simplemente se ha ido, para siempre. Y no merece la pena desgastarse por eso, que puede haber más. Y espero no equivocarme esta vez, y que todo se repita. Que nada vuelva a ser como antes, que todo quede como está. Cambia, por favor.
Y espero no haberme equivocado.
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